A los 15 años, Clara (ese no es su verdadero nombre) comenzó a desvanecerse luego de experimentar alguna emoción intensa.
“Perdía el tono muscular de golpe, como si el cuerpo se desconectara.
Muchas veces eso sucedía a continuación de un ataque de risa.
No sabíamos qué sucedía”, cuenta su padre a LA NACION..